¿QUÉ ES EL EQUIPO DE ESTUDIO Y CONVOCATORIA?


PROPUESTA DE CONVOCATORIA PARA EL CONGRESO EDUCATIVO DE LOS PUEBLOS
Por: Red Revuelta – Identidad Estudiantil

Arriba y a la derecha
El problema de las pirámides no es que suban, sino que se vayan angostando a medida que ascienden. Solo muy pocos pueden estar arriba; los más, debemos sostenerlos sobre nuestros hombros. La riqueza de los ricos que habitan la cúspide es ficticia. Se justifica en la pobreza del pueblo. Y un pueblo pobre es un mundo que se va matando a sí mismo, en el que toda riqueza necesariamente es un engaño.
Pero no siempre fuimos un pueblo pobre agonizando sobre un mundo suicida. Nuestras comunidades milenarias alguna vez supieron ser uno con la tierra y enriquecerla con sus conocimientos y enriquecerse con su sabiduría. Entonces todo era subir, pero sin angostarse, ascendiendo hacia el buen vivir y la vida digna.
Fueron los planes de exterminio diseñados desde arriba los que hicieron que olvidáramos nuestra natural armonía. Nos quitaron la tierra. Violaron nuestros cuerpos. Y sobre todo, convirtieron nuestro pensamiento y nuestra sabiduría en un valor que en adelante solo serviría para enriquecerlos a ellos, nuestros opresores.
Así, nos han hecho olvidar quiénes somos. Quienes fueron nuestros antepasados en la lucha, cuáles nuestros pensamientos de avanzada. Nos quieren pobres de ideas, solo sabiendo cumplir cabalmente nuestra labor de carga.
Por eso, como siempre, hay que decirlo a voz en cuello: si ellos nos siguen educando, seguiremos olvidando y seguiremos cargando.

Abajo y a la izquierda
Pero abajo y a la izquierda no hemos terminado de olvidar y no terminaremos. Nunca fueron suficientes sus ataques desde arriba. Siempre quedó entre nosotros por lo menos un fragmento de esa libertad usurpada. Y sobre ese pedazo, aunque fuera ínfimo, comenzamos una y otra, mil veces, la reconstrucción de nuestro recuerdo.
Y nadie puede recordar en soledad. Recordar es tejer los lazos que a fuerza de la mala fuerza nos han cortado, consiste en superar el individualismo al que nos sometieron. Por eso, aún con miedo, aún sin conocer nuestro destino, decidimos ayer como decidimos ahora, encontrarnos para recordar juntos. Recordar, por ejemplo que la tierra es nuestra, que nuestros cuerpos no son suyos, que el trabajo emancipará a la humanidad.
Por eso se organiza el pueblo. Para resistir el olvido y volver poder popular el recuerdo. Y de todo lo que hemos aprendido en nuestras justas luchas, de todos los recuerdos que hemos sabido tejer para resistir acompañados, hoy, estamos retomando uno casi perdido por completo: el pueblo puede educarse a sí mismo para la liberación.
Estamos empezando a ver cómo en todas las regiones del país, el pueblo organizado, entre otras cosas, organiza también sus formas de aprender y enseñar. Y no de cualquier manera. Las organiza para que sus fuerzas crezcan, para que sus luchas se radicalicen, para producir las herramientas con qué pelear mejor.

El congreso educativo de los pueblos
Sin embargo, las experiencias educativas populares, rara vez trascienden del ámbito local o sectorial. Los obreros educan obreros, los académicos, académicos; los avances en el Cauca no se conocen en Bogotá y lo que pasa en los barrios del Valle no llega nunca a las comunas paisas. Eso favorece la represión del Estado neoliberal, que al ver aislados los procesos puede reprimirlos o cooptarlos con facilidad. Y lo que es peor, dificulta la construcción de alternativas educativas reales para las grandes mayorías del país.
De ahí surge entonces la necesidad de que las experiencias aisladas se encuentren y construyan juntas. En una palabra, que se encuentren para legislar cuál es la educación que necesita el pueblo que resiste. Y legislar no quiere decir parlotear ni mostrar las plumas. Por el contrario, consiste en construir la ética pedagógica y los experimentos educativos que han de servirle a los más para desarrollar sus luchas con mayor contundencia.
El congreso educativo de los pueblos es una fiesta de reencuentro. De todos lados venimos caminando nuestras alternativas locales. Y ahora, al fin, vamos a encontrarnos para emprender nuevos, de mayor alcance y más largo aliento, procesos.
Tenemos que ser capaces de construir carnavales científicos, escuelas de formación política, talleres artísticos y productivos, equipos de estudio, bibliotecas populares, cartillas didácticas y toda clase de insumos que hoy le faltan al movimiento social en el país; tenemos que poder hacer de nuestros experimentos, experimentos nacionales, regionales que se constituyan en posibilidad para los más pobres, para quienes hoy solo ven en el horizonte precariedad laboral y sueños plásticos.

Equipo de estudio y convocatoria
Pero debemos ir por pasos. En la lucha, como en el amor, es necesario caminar tranquilos para llegar hondo.
El Congreso Educativo no ocurrirá si quienes hoy nos reunimos para soñarlo, no asumimos tareas concretas y reales. Pero no solo asumirlas es suficiente. Hace falta hacerlo con humildad y compromiso, única forma de no caer en el vanguardismo ni la palabrería que ha caracterizado históricamente a una gran parte de la izquierda colombiana.
Para ello, nosotros hemos decidido mandar un beso al aire. Una propuesta pretenciosa pero eficaz. Hemos decidido llamarla: Equipo de Estudio y Convocatoria (EEC). Tal equipo estaría conformado por todas las organizaciones que vengan participando del proceso o quieran unirse a él y que además estén comprometidas con el éxito del Congreso Educativo.
Son funciones del EEC:
1) Estudiar: Está claro que todavía no sabemos con certeza cuántos ni cuáles son los procesos educativos que vienen desarrollando las organizaciones populares y movimientos sociales en el país. Por lo tanto, una convocatoria ahora sería un disparo al aire. Es necesario que con juicio, método y sistema, nos pongamos en la tarea de reseñar qué procesos existen y en qué consisten.
2) Convocar: Ya sabiendo lo anterior, es decir, cuántos y cuáles procesos educativos desarrollan las organizaciones que participan del Congreso de los Pueblos, debemos empezar a convocarlos uno a uno. Hablar con ellos, explicarles, seducirlos, invitarlos. Por otro lado, es necesario diseñar una campaña que llame, en lo posible, aquellas experiencias que por uno y otro motivo se escapen a nuestros ojos atentos. Ambas son tareas que desarrollaría el EEC.